En los alrededores del poblado de Chiuna ubicado en Campeche, Estado vecino de Yucatán, hace varios siglos existía una choza la cual era habitada por una mestiza viuda, su bebé recién nacido, y una vieja perra. La mujer no tenía a nadie más, solo era ella, su bebé y la perra, por lo que pasaba varias penurias, ya que era pobre y tenía que velar por su hogar e hijo ella sola.
Mes: octubre 2016
La serpiente cola negra o Ekuneil
Las leyendas mayas cuentan con un amplio catálogo de seres de malignos o terroríficos, uno de ellos es la serpiente cola negra o Ekuneil como también se le conoce (algunos atribuyen esta leyenda a la Chayilcán o Xchail Can). Se dice de este animal, que puede medir desde los 2 hasta los 4 metros, con una piel en diversos tonos de gris y la cola bífida. Sin embargo el aspecto más terrorífico de este ser, es su alimentación, ya que se basa en la leche materna de los humanos.
Cementerio General de la Ciudad de Mérida, Yucatán
El Cementerio General de la Ciudad de Mérida, Yucatán se encuentra construido en terrenos de lo que fue la hacienda ganadera de San Antonio X-Coholté, ubicado en el Camino Real a San Francisco de Campeche, y se inaugura el 3 de noviembre de 1821, siendo bendecido por Su Excelencia Reverendísima Mons. Pedro Agustín Estévez y Ugarte, XXXII; siendo gobernador, capitán general e intendente el mariscal de campo Juan María Echeverri, último gobernante español de la península. El primer entierro realizado en este camposanto fue el del teniente Felipe Trejo el martes 6 de noviembre de 1821.
La cabeza errante de la bruja
Un joven, quien durante varios años había trabajado en una Hacienda, tenía el sueño de regresar su poblado de origen y comprar varios animales así como semillas para trabajar en su propio terreno. Sin embargo la situación laboral en las haciendas era de esclavitud, y debido a las tiendas de raya no había podido juntar gran cosa. Finalmente, viendo que su situación no iba a mejorar, decidió escaparse del lugar donde trabajaba.
El bebé en el camino
Un hacendado y su hijo, regresaban en su carruaje a su hogar, el cual se encontraba a varios kilómetros de distancia del centro de poblado en donde habían tenido lugar sus asuntos.

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